domingo, 24 de abril de 2011

Milagro de Abril


Un poco de calor que atravieza un vidrio, tempera esta pieza, que solía tener calor propio,que el fervor era un adorno más, tapizado en la pared, que aquí no existía el otoño, ni el verano, sólo la quinta estación.

Está iluminada, hace tiempo no la veía así
no sé por qué corri las cortinas, para que la dejé entrar
aún conservo las manos heladas, mi piel blanca no tocada por el sol
revela los secretos más vulgares que calla mi almohada
la luz me impide esconder los pasajes de las cuatro paredes
Heladas de mármol, con olor a libros de biblioteca
con manchas de café en la cabecera, con más de más

Tanta claridad me atormenta, me recuerda cuando estaba viva
cuando miraba por la ventana, creyendo que vería tu sombra cruzar
olvidé que existía un mundo a travez de la transparencia sobre mi lecho
el sol cegaba mis ojos, pero me permitia imaginar
veo colores, siento que los estoy creando.




Sólo corrí la cortina.

sábado, 23 de abril de 2011

Querer es poder


Ganas, las ganas me sobran

Quiero subirme al cumbre más alta, gritar para que el sonido se lo trague el viento, así tendrá una voz guardada para él, que sea más que un silbido, que sean letras que formen aquello que sólo él conoce.
Quiero navegar en el mar muerto, conocer la profundidad de las almas ahogadas entre las olas, enterradas en la arena negra de sus costas
Quiero correr por la calle normalidad, impregnarme del olor de sus tiendas, rayar una pared con un mensaje de lo abstracto, tirarme en el medio de una calle y ser atropellada por un carro de la gran avenida prototipo.
Quiero comer del árbol que comió Eva, que la serpiente muerda mis ropas hasta que me haga sentir como el pecado, tomar la manzana, limpiarla de tabús, entregarla en la calle.
Quiero tener sexo con fuego, que me consuma en su calor, que atrape entre rojo y amarillo, que calcine mi esencia.

Sólo quiero, las ganas, que ganas es lo que me sobran.

domingo, 17 de abril de 2011

Epifanía de la noche de Abril

[…] Caminaba, corría no sé de qué, ni de donde pero lo hacía, llegaba a una plaza, de verde pintada, manchada de café, desteñida del atardecer de ese día, un perro me miraba, con cara de desconocida, sólo me senté a mirar, llegaste te sentaste, me dijiste muchas cosas, no las recuerdo, te fuiste, llega un niño de cinco años o más
-Mamá, nos vamos?
Sin entender quién era, le dije vamos, caminé y lo perdí al niño, llegué a un departamento, de piezas grandes, una pintada de rojo, con una pared negra, donde veo a Maxi Meneses, con un traje, me parece extrañísimo, le intento hablar pero me comienza a sacar fotos, me hace una seña indicándome la cama, la comienzo a hacer y encuentro el cadáver de una mujer colorina de senos voluptuosos, me sacas fotos con ella y yo no entiendo nada.
Aparecí, con Felipe comiendo papas fritas sentados en una banca cerca de una cancha me hablaba de sus sueños, anhelos y deseos, reía mucho me sentía bien, pero fue en busca de una pelota y no volvió y yo me quedé dormida, cuando despierto en un departamento, cuando el niño aquel niño que me había dicho mamá, me despierta y me dice que tenemos que ir a buscar a la tía a la tía que viene llegando de Chile, me levanto y llega la Constanza me abraza e insulta a su ex marido, me dice que será genial vivir juntas entre más, hasta cuando me sienta en un sofá y me dice que él está en coma y que le quieren hacer la Eutanasia, que lleva meses así, pero no me lo había querido decir para evitar remover tierras pasadas, sólo lloro y tomo el teléfono y llamo a Max, él estaba en cánada, con su esposa y tres hijos, le pido que interfiera en ese caso, primero se burla después me dice que lo hará, sólo por mi e Ignacio, entonces ahí entiendo que el niño era mi hijo , yo paseaba por la calles de Madrid, con mi hijo tomada de la mano y de la otra mano llevaba una niña, hija de la Constanza.
Desperté y sólo pensé, que Epifanía más grande.

jueves, 7 de abril de 2011

Sólo, solamente solo.


Sólo mis besos, sólo ellos son la llave que enmudece tu alma
Sólo mis manos, solo ellas conocen el temple en la pasión de tu piel
Sólo mis ojos, sólo ellos han visto el resplandor de tus ojos en un orgasmo
Sólo mis pechos, sólo ellos son almohadas de tus pesadillas
Sólo mis pies, sólo ellos saben llegar hasta lo más alto de tu esencia
Sólo mi nombre, sólo él conjuga con tus iníciales
Sólo mis palabras, solo ellas pueden describirte sin errar.









Como tú lo dices, sólo soy yo.